miércoles, 14 de julio de 2010

El plomero.... part 2

Aquella cena que preparo con tanto amor y cariño para su esposo, realmente estaba ahora en las grasientas manos de un plomero, aquél vestido elegido pensando en el... era casi arrancado en ojos de un plomero, los labios rojos llenos de luz y suavidad eran ahora deseados por aquel afortunado "plomero".
La noche transcurría sin mas que aburrimiento y desgano, hasta que en medio de absurdas platicas ella le ofrece una copa de vino... el acepto sin ninguna relevancia, se puso de pie y fue hasta el cantinero donde tomo una botella, llena de polvo, tomo dos brillantes y grandes copas. Camino a la mesa, limpio la botella y dolorosa fue su sorpresa al darse cuenta que la botella que tomo, era el mismo vino, que sirvieron el día de su boda, sus ojos temblaron, su boca se estremeció y sus manos tensas como piedras solo la hicieron sentirse mas sola y abandonada, limpio su rostro una vez mas y mas decidida que nuca con una gran sonrisa mostró al plomero la botella y puso las copas sobre la mesa, el hombre anonadado ante su "suerte" si es que así le podemos decir, se ofreció a servirle y con torpez gentiles movimientos le entrego su copa, -Brindemos te parece?, dijo ella, -Por que brindamos mi señora?, diciéndolo con un  gesto entre las cejas y un tono de bufón, -Por nosotros, no se por ti, tu familia, tu... esposa, hizo una pausa y lanzo una mirada profunda obligando al plomero a girar el rostro y siguió, -Por mi, si tu quieres, por lo que sea querido, no seas aguafiestas y brinda con migo. Levantaron las copas y bebieron... si, bebieron mucho, era ya verdadera mente tarde y ellos se hallavan sentados en el sofá grande de la sala riendo a carcajadas,con la luz a medio tono, sin zapatos y ella recargada sobre el.
Una ráfaga de luz ilumino desde las ventanas toda la habitación, -Mi esposo! grito, mientras se inclinaba para poder ver por la ventana. No fue aquí dijo y comienzo a reírse nuevamente, tal era su euforia que no midió su inclinación que fue a parar a los pies del plomero, tirada en el piso, riendo, con el vestido sucio y desarreglado, pronto el plomero se dispuso a ayudarla cuando ella voltea su rostro y ambos quedan frente a frente, rosando sus labios, respirando el mismo aire, reflejando sus miradas. Un aire de malicia recorrió el cuerpo del el, una triste realidad, el era hombre, el era macho, el sabia lo que podía hacer.
Ella, se sintió temerosa, pero exitada, sola, triste, abandonada, pero acompañada... Fueron largos los segundos para ellos antes de probar sus labios. Le sabían a culpa, le sabían a miel, le sabían a angustia, le sabían... a placer, ella temblaba, ella gemía, soltó la botella que sostenía en sus manos, cerro los ojos y se dejo llevar.
Sus manos asperas rozaban su suave piel, sus grueso cuerpo aprisionaban su delgado ser, la mordía, la miraba y mas la besaba... Que ironía pensar que mientras ella quemando sus penas en manos de quien su fregadero arregla, el si, estaba muy ocupado, pero sentado frente a un joven trozo de carne, bebiendo un whisky con los "colegas", claro, mas irónico suena pensar lo dichoso que se siente aquel afortunado grasiento plomero en manos de una dama, una señora con clase, refinada, guapa, fina y elegante o como se sentirá la joven de aquel bar, siendo mirada y deseada por un pervertido y adinerado hombre viéndola moverse como su esposa, claro, refinada y elegante esposa jamas lo hará.
Dejo a tu criterio amigo lector en manos de quien... te gustaría estar.

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