La historia mas hermosa, jamas contada.

Cerraba la ventanilla de mi coche al tiempo que termine de decir "siempre seras el amor de mi vida", pise entonces fuerte el acelerador, hasta el fondo como suplicando llévame lejos donde no sienta mas este dolor. Lo nublado de mi mirada me impedía enteramente seguir conduciendo y me detuve.

Entonces lloré.

No se si horas o minutos después, continué mi camino, hasta una vieja carretera donde la magia ocurrió.

El dolor de un corazón roto no cedía  aquellas esperanzas a las que prolongue su muerte inminentemente se rindieron y mis ganas de seguir viviendo las fui dejando en cada metro que recorría a mas de 180 kilómetros por hora.

Entonces pasó.

Solté volante de un zarpazo, y deje que la vida decidiera una vez mas lo que quería hacer conmigo, mi coche seguía avanzando pero cada vez mas lento, aun presionando con todas fuerzas el pedal y gritando. -Que todo termine aquí  llévame Señor, llévame a tu lado, en cada curva y en cada par de luces cercanas el volante giraba como si el viento tuviese la fuerza y la intención de guiarme algún lugar que solo en su silencio conocía.

La fría y oscura noche se fue desvaneciendo, el aire ya no helaba mi cuerpo, los arboles que dormían cobijados de la oscuridad mostraban un verde que me cegaba, las estrellas parecían acercarse todas a mi como queriendo iluminarme solo y únicamente a mi y ese momento no sentía miedo, ni siquiera me pregunte que pasaba, solo lo admiraba y trataba de descifrar de quien era la voz que a lo lejos escuchaba cantar, una canción tan hermosa  e inconcebible que ni siquiera puedo recordar.

El asfalto de la carretera lucia como una gran alfombra, que parecía tener luz propia, cada que avanzaba un poco mas.

Así, todo fue cambiando, el cálido viento secaba mis lagrimas y cambiaba mis ropas, hasta que en el termino de una gran curva me detuve, asombrado por tan excéntrico momento, baje del coche y aquella luz tan deslumbrante se extendía ante mis ojos como marcándome un camino, el cual seguí, hasta encontrarme con un ser cuyas alas eran tan grandes como los arboles del lugar, tenia la miraba mas amorosa que jamas vi en mi vida, de semblante sereno quien tendió su mano para caminar conmigo.

Caminando juntos me tomó de los hombros y le mire, quise preguntar algo, pero no podía pensar, no me importaba tener dudas, sabia que estaría bien, solo sonrió y me dijo. -Una gran fiesta esta preparada para ti, lleve mi mano hasta la suya que aun tocaba mi hombro, asentí y continué caminando. Pocos pasos después mas ángeles se sumaban ala caminata, hasta que un ultimo de imponentes alas doradas agradeció a todos llevarme hasta el y me abrazó, me apretó tan fuerte, que nunca me había sentido tan seguro en mi vida como ahí  se separo un poco y con su rostro cercano y lleno de paz me dijo.  -No hay mas dolor, no hay mas tristeza  no hay mas mas derrota, Bienvenido al reino de los cielos, al reino del Señor.

Nada salia de mis labios, solo el sonido de una discontinua respiración. El lugar se volvió inmenso, todo lo que me rodeaba desapareció sin darme cuenta cuando, había flores, flores que jamas conocí, tan hermosas que no hay palabras terrenales para describirlas, de colores que tampoco ni siquiera en mis sueños mas locos imaginé. Fue ahí cuando este ángel de hermosas alas me dio un empujoncito y en el oído me susurro, -Hay alguien que quiere verte, voltea.

Supe que estaba allí, las mujer que me dio la vida. Sin voltear corrí hacia a ella, extendí mis brazos todo que pude y los cerré con ella junto a mi. Su aroma era el mismo, el que tanto buscaba entre sus ropas en mis noches de tristeza, su piel era suave y vestía como todos en aquel lugar.

MAMA!! gritaba, estas aquí  estoy aquí  estamos juntos. Sin soltarme me dijo con esa voz con la que en vida me decía buenas noche mi amor -Si mi niño, aquí estamos, juntos otra vez.

MAMA!! gritaba otra vez. -TE AMO, TE AMO TE AMO...

Y de nuevo con el tono mas dulce respondía. -Yo también te amo hijito mio.

De pronto una mano intervino en el abrazo y cuando miré, estaba ella también, mi superheroina, mi abuela.

La uní al abrazo diciéndole. -Mi viejita que hermosa te vez, no sabes cuanto te he extrañado.

Y llevando rostro frente al mio me dijo. -Yo no te he extrañando, porque nunca me he alejado de ti. Ven acá y déjame ver de cerca o guapo que te has puesto.

No puedo encontrar las palabras para explicar lo que sentí, Un momento sublime y extraordinario que hace tanto tanto tanto tiempo necesitaba sentir.

Así poco a poco mas personas que mis ojos despiertos a la vida ya no podían ver, se acercaban a abrazarme, decirme que me amaban. Deseaba tanto tener los brazos mas largos del mundo para abrazarlos a todos de un tirón  tíos  primos, abuelos y amigos estaban allí  todos lucían radiantes, tan felices que era imposible no contagiarse de tan preciosa energía.

Una gran mesa estaba preparada para nosotros, con un banquete de ensueño. El sol que nos abrazaba con su calor tenia el color mas vivo y alegre que nunca le vi.

Miles de risas y valiosas anécdotas se dejaban oír por todo el lugar, en unión con el canto de la naturaleza  del viento y hermosos pajaritos de colores que revoloteaban por las ramas de inmensos y verdes arboles, tan felices como bailando en el aire.

No pensaba siquiera en la posibilidad de volver algún día, quería seguir desgastando mis labios en besar las mejillas de quien tanto extrañaba, quería seguir oyendo sus voces, quería seguir viéndolos sonreír, quería seguir a su lado.

Entonces aquel ángel de doradas alas se acerco de nuevo, y dijo ya deben decirle porque estamos todos aquí.

Mi mama me tomo de la mano, aun con una inmensa sonrisa en su rostro que hasta le hacia dos hoyitos en sus mejillas y apretándome bien fuerte me dijo  -Mi amor, debes volver, y nosotros también  te amo con toda mi alma, y nunca has estado solo, y jamas pienses que lo estarás.

Aun la miraba a los ojos cuando mi cuello fue abrazado por mi abuela y acercándose aun mas me dijo. Mi muchachito, estoy muy orgullosa de ti, eres el niño mas maravilloso que he conocido, confió en ti que lograras todo lo que imagines, no te detengas nunca, ¿recuerdas aquella frase que me gustaba decirte de vez en cuando? Date una tregua, ¡PERO NO CLAUDIQUES! Te amo guerrero de amor, guerrero de paz.

Mi mejor amigo se acercó también y abrazándome dijo. -Hermanito, te prometí que siempre te cuidaría  y eternamente lo haré. Puso sus manos en mi corazón e inmediatamente sentí de nuevo como algo dentro de mi latía y continuó. -Regresa y enséñale al mundo lo que hay aquí.

De ese modo continuaron los abrazos y palabras que reconfortaban mi ser.

Finalmente el ángel volvió a tender su mano para que caminara hacia el y cuando di el primer paso, comenzaron todos a contar para decir. -1, 2, 3... todos... TU PUEDES RODRI! En ese mismo instante una luz me cegó tanto que me obligó a cerrar los ojos, inmediatamente después  un viento helado roso mi espalda, abrí los ojos y ya no estaba en ese jardín hermoso, estaba dentro de mi coche, fuera de la carretera, y en la oscuridad solo veía luces que se encendían y se pagaban, una sirena que anunciaba un accidente y mucha gente alrededor de mi.

Cuando logré incorporarme, el paramedico que estaba allí me dijo. -Esta usted bien joven? dije que si, y continuo preguntado. -Pero, ¿Que fue lo que pasó? a lo que respondí. -ACABO DE ENCONTRAR EL SENTIDO DE MI VIDA.

Cuando vayan mal las cosas

como a veces suelen ir;

cuando ofrezca tu camino

sólo cuestas por subir.

Cuando tengas poco haber

pero mucho que pagar,

y precises sonreir

aun teniendo que llorar.

Cuando ya el dolor te agobie

Y no aguantes el sufrir,

descansar, acaso, debes,

¡Pero nunca desistir...!

Tras las sombras de la duda

ya plateadas, ya sombrías,

puede bien surgir el triunfo,

no el fracaso que temías.

Y no es dable a tu ignorancia

figurarse cuan cercano

puede estar el bien que anhelas

y que juzgas tan lejano.

¡Lucha, pues! Aunque en la brega

mucho tengas que sufrir.

¡Cuando todo se nos cierra

más debemos insistir!

Si en la lid el destino te derriba;

si todo en tu camino es cuesta arriba; 

si tu sonrisa es ansia insatisfecha;

si hay faena excesiva y vil cosecha;

si a tu caudal se contraponen diques,

date una tregua...pero... ¡NO CLAUDIQUES!

Con todo mi amor para las tres personas mas importantes de mi vida. Gracias!