sábado, 18 de diciembre de 2010

Quitate las agujetas por favor... 1ra Parte

Creo que por fin puedo decir que he vivido la noche mas extraña y triste de mi vida y siento la necesidad de contar todo lo que paso.
Después de pocas palabras, rupturas, unos ojos empañados y el ultimo cigarro que me quedaba comenzaba una noche que prometía no acabar. En casa la tensión era evidente e incomoda, preferí encerrarme en mi mundo, mi música, mi espacio; mi cuarto. Con la puerta entre cerrada y la luz apagada trataba de contener el ruido de mi llanto, y disfrazarlo de cualquier otro normal. Mientras, leía viejos mensajes en el celular, recorvada todo lo vivido y abrazaba con todas mis fuerzas una almohada, los minutos se que fueron pocos pero me parecieron una eternidad.
Entre toda esta explosión adolescente de amor, rabia, tristeza, coraje y confusión decidí distraerme un rato, salí por unos cigarros, y a matar mi dignidad y tragarme mi orgullo volviendo a intentar, volviendo a creer que algo se podía solucionar, y como es de esperar no hubo respuesta, no hubo intensión de tu parte y esta bien... sabemos que es lo mejor aunque me niegue a creerlo. Di unas dos o tres vueltas mas pensado las cosas y volví a mi casa.
Llegando me encerré de nuevo y prendí la compu con el deseo de solo perder el tiempo y acortar una noche que me gustaría nunca haber empezado... y así fue, entre pendejas platicas se maquinó el plan que terminaría por dejarme así.
Fue algo así como; -Como estas we?, -Mal..., -Por que que paso?, -Larga historia, -Quieres hablar?, -No por aquí..., -Si quieres nos vemos? tengo unas botellas sin abrir y la noche para platicar.... Yo creo que lo siguiente no necesito decirlo, acomode unas almohadas en mi cama y espere a que la casa entrara en sueño, salí de cuarto haciendo menos ruido que un ratón, cerré mi puerta y baje cauteloso las escaleras, en la puerta abrí el seguro para poder salir y lo volvía poner hasta la mitad para entrar mas tarde sin problemas, en la calle me puse mis audífonos y camine hasta el lugar acordado.
Fue entretenido al principio, revolviendo cuanta porquería teníamos para ver que tal sabia o si la armábamos de bartenders. Me sentía bien hablando abiertamente de lo que sentía y todo lo que me había pasado, hable hasta de lo que nunca había hablado antes, las carcajadas inundaban el terreno donde estábamos y la luna imponente iluminaba nuestros rostros. El tiempo pasaba y la luna se escondía y se alejaba como queriendo dejar de ver lo que estaba pasando.
Fui mas considerado en la cantidad de alcohol que había en mi, pero con quien estaba no quedaba rincón de su cuerpo sin el dulce veneno. Me asusto la idea de estar solo con alguien quien ya no tenia control de si mismo y aparte se estaba poniendo mal... deje de tomar y me puse a ver la estrellas, disfrutando del firmamento, hablando solo y gritando por que ami... No fue mucho tiempo el que me perdí que cuando caí en la cuenta me encontraba completamente solo, alado de varias botellas, envases y vasos vacíos... mire a todas partes y parecía que el mundo se detuvo un instante.
Mi corazón empezó a latir muy fuerte, trate de levantarme y la falta de coordinación en mi ya era evidente, di tres o cuatro pasos torpes y entre los arbustos escuche extraño ruido... grite tratando de recibir una respuesta, dije ya no me gustaba el juego, que regresara... tenia frió, me dolía la cabeza, no podía hablar ni caminar muy bien y estaba asustado, entonces después de un rato decidí mejor dejar el lugar, encomendarlo a Dios e irme a mi casa a descansar.
Saliendo del lugar donde estabamos escuche unas voces, unos jóvenes tomando a la orilla de la banqueta no creí que fuera mayor problema hasta que la luz de un farol me ilumino y se percataron de mi presencia.

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